A LOS 18 FUI CAMPEONA A LOS 27 HICE ESTE EXPO | Miranda Varo
Julio 11, 2025
Alto rendimiento
Antonio León
En la obra de Miranda Varo existen capas de significado de amplio espectro. Una vez superado el trance inicial en formato eye candy, se despliega la galería de referentes de la cultura pop y de lenguas recorriendo lugares insospechados. De manera probable, la raíz de sus preocupaciones estéticas profundas se encuentra en la provocación más entrañable. La posibilidad de empezar desde otra esquina de la identidad, tocarle las narices al machismo y las conductas sexistas, avizorar un futuro y construirlo echando una caguamita con las amigas.
En este modo de hacer –y con el campo semántico del mundo del deporte de alto rendimiento- se asoman todas las artistas que es Miranda. Las imágenes se suceden como promocionales de futbol en lencería, o deportes de conjunto practicando el nudismo. Las visiones no se detienen en la simulación del cartel deportivo e incursionan, con buen de color y brillitos, en los terrenos del fetiche.
Para esta exposición, el entendimiento del ícono cotidiano deja la comodidad del espacio personal y se traslada directamente al campo deportivo. Ahí, donde a muchos se nos ha humillado por nuestro pobre desempeño, la artista sale airosa. La venganza contra aquello que sería lo conveniente lleva hot pants, tacones y calcetas de encaje, en un estilo que podríamos llamar neofigurativismo cachetero.
Se trata del regreso temprano a las historias del triunfo, para señalarlas y mostrar su peso limitado. Después de todo, el fracaso ofrece mejores y más divertidas posibilidades narrativas. Lo de esta muestra es ejercer un rompimiento con los estereotipos de género. Incluir una biografía del esfuerzo y decidir pasar a otra cosa, así como cuestionar, de paso, la moral y la cultura de lo meritorio en un país como el nuestro, tan poco dado al triunfo.


















Fotografías | Mónica Arreola
